miércoles, 29 de febrero de 2012
lunes, 27 de febrero de 2012
Stavanger
domingo, 26 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
Las caras de Oliver
lunes, 20 de febrero de 2012
Una rayita blanca...
viernes, 17 de febrero de 2012
Fiesta de carnaval
miércoles, 15 de febrero de 2012
lunes, 13 de febrero de 2012
Morsdag
sábado, 11 de febrero de 2012
De cuando Oliver vino al mundo, el parto (21.06.11.)
Volvimo a casa y esperamos a los padres de Espen que vinieron a tomar un café. Ama decía que esto tenía toda la pinta de parto, ya que cuando me tuvo a mí empezó así, la tarde anterior la pasó con dolor de riñones y por la noche empezaron las contracciones. Nací a las diez menos diez de la mañana. Yo le decía que no, que llevaba ya mucho tiempo con dolores, falsas contracciones, que si la tripa dura, que si esto, que si lo otro y nunca pasaba nada. Janet, mi suegra, me decía que esta vez sí que sí estaba el parto al caer, que este dolor de espalda no lo había tenido antes. Yo me reía y le decía que no, que era otro de los tantos dolores que tenía estos días. Cuando se fueron los padres de Espen dijeron que esta noche daría a luz… yo seguía sin creerlos. El resto de la tarde estuvimos tranquilos en casa, yo seguía con el dolor de espalda y ama insistiendo en que ella empezó igual y a la mañana siguiente nací yo.
Llegó la hora de irnos a dormir , serían las 12 de la noche, y como Espen no se encontraba del todo bien, estaba un poco griposo, decidimos que lo mejor sería que yo durmiera con ama en el cuarto de invitados para que Espen no me pegara nada. Apagamos la luz y yo no me puedo dormir, ya que empiezo a tener bastantes contracciones de Braxton Hicks (la tripa se pone muy dura, pero son indoloras). Le digo a ama que me voy a bajar al salón a controlar un poco estas contracciones ya que empiezan a ser bastante seguidas y molestas. Me dice que no baje al salón, que encienda la luz y las controlemos un poco. Enciendo la luz, miramos el reloj, son las 00:40 y de repente pum! Rompo aguas. Levanto el edredón de la cama y veo que toda la cama está empapada y el líquido es marrón… me pongo histérica a gritar que he roto aguas y que están sucias (que el líquido amniótico esté marrón es indicador de sufrimiento fetal, pero lo más normal es que vaya todo bien). Ama intenta calmarme, llama a Espen para que se levante y le dice que he roto aguas y nos vamos al hospital. Yo llamo al hospital, a partos, y les digo que he roto aguas y que están sucias. Me tranquilizan y me dicen que vayamos al hospital para que me monitoricen. Yo sigo como una moto, histérica, mientras me visto y cojo la bolsa para el hospital. Montamos los tres en el coche y nos vamos para el hospital, que está a 5 minutos. Espen nos deja en la puerta y se va a aparcar al apacamiento que está al otro lado de la carretera.
Ama y yo subimos a partos, que está en la tercera planta y vamos a recepción, que en ese momento está vacía. Noto cómo las contracciones empiezan a ser bastante dolorosas y yo me desespero, ya que no viene nadie (sólo son unos momentos, pero a mí me parecen horas). Por fin viene una matrona, que nos pasa a un cuarto de monitorización/exploración. Llega también Espen y me ponen los cinturones de monitorización. Son la una de la mañana, tan sólo han pasado 20 minutos desde que rompí aguas.
Los monitores muestran que el ritmo cardiaco de Oliver está perfectamente y me quedo más tranquila. Le pregunto a la matrona si no pasa nada porque el líquido amniónito (que ella comprueba) esté marrón y me dice que simplemente será porque en alguna contracción Oliver habrá echado el meconio.
Las contracciones comienzan cada 4 minutos, pero enseguida pasan a ser cada 3 y duran 50-55 segundos. Oliver está domirdo y me ponen un aparato que vibra junto a la tripa, para despertarle. Esto lo despierta y empieza a dar patadas. No estoy con el monitor todo el rato, ni la matrona está en la habitación todo el tiempo. La matrona me toma la tensión, la temperatura y una muestra orina. Todo está bien.
A las 2 más o menos me pasan al paritorio (fødestua 4). El ritmo cardiaco de Oliver sigue perfecto. Aún así, cada vez que entra la matrona le pido que lo mire, para quedarme tranquila. Las contracciones siguen cada 3 minutos y son dolorosas, pero soportables.
(Durante las contracciones no me río tanto...)
Me dan un ”preikestolen” es un andador alto, para apoyar los brazos, que uso durante las contracciones. A veces me tumbo en un sillón reclinable con apoyo para los pies y me ponen una bolsa de agua caliente envuelta en sábanas, que me pongo sobre la tripa. También me tumbo/siento de vez en cuando en la cama del paritorio.
(La bolsa de agua caliente para bajar el dolor de las contracciones)
Nos quedamos en la habitación Espen, ama y yo y la matrona entra y sale a ratos.
A las 03:30 la matrona intenta ver si he dilatado, pero el cuello del útero está aún hacia atrás y no puede mirarlo, de lo doloroso que es.
Sobre las 03:30-04:00 me ponen una vía. Mi matrona intenta dos veces fallidas, una en cada mano y finalmente llama a otra matrona, que por suerte me pone una vía a la primera, en la muñeca derecha.
Por suerte llevo bastante bien las contracciones, sin gritar como una loca, e intentando hacer bien las respiraciones. Desde hace un rato las contracciones son en la parte baja de la tripa, se irradian un poco hacia la espalda y, sobre todo, hacia los muslos (muy doloroso y me dificulta el andar o estar de pie durante las contracciones).
Me hace un tacto que esta vez ya no es doloroso y estoy de 4cm, bien!! Aprovecha el tacto para ponerle un electrodo a Oliver en la cabeza y monitorizar así su ritmo cardiaco continuamente. El cable que sale del electrodo lo pegan en mi muslo izquierdo para que no se salga.
A las 06:00 llega (por fin) el anestesista y me pone la epidural, que no duele en absoluto al ponerla. Primero me pone una dosis de prueba que me hace efecto inmediatamente en el lado izquierdo, pero sigo notando todo en el derecho. Poco después me pone la dosis normal que sigue haciéndome efecto sólo en el lado izquierdo. El anestesista y la matrona me dicen que espere un poco, que hará efecto en unos 15-20 minutos.
Sigo teniendo contracciones con el mismo dolor en el lado derecho, sobre todo en el muslo y un poco en la parte baja de la tripa y la zona lumbar. La matrona me dice que pruebe a tumbarme sobre el lado derecho para ver si así el dolor disminuye, pero todo lo contrario, se vuelve más inteso, así que me quedo tumbada en la cama boca arriba.
A las siete sigue sin hacerme efecto la epidural en el lado derecho. Las matronas están reunidas dando el relevo al turno de mañana y a las 07:30 viene la nueva matrona. Es sueca y es del vikar boureau (vienen a trabajar a Noruega unas semanas). Lleva una semana aquí y se quedará otra semana más. Es matrona desde 1989 y cuando le pregunto cuántos partos ha atendido me dice que mil.
Le insisto en que la epidural sólo me ha hecho efecto en el lado izquierdo y me dice que va a hacerme otro tacto, si estoy aún de 4-5cm llamará otra vez al anestesista para que me lo mire, pero que si estoy más dilatada ya no se podrá hacer nada.
Son ya las ocho de la mañana cuando me hace el tacto y estoy dilatada de… 9cm!! Ya no hay nada que hacer con la epidural, tendré que aguantar el resto del parto con todo el dolor del lado derecho. Sorprendentemente lo llevo muy bien, respirando en cada contracción.
Noto cómo las contracciones van aumentando en intensidad –y dolor-, lo noto en la parte baja derecha de la tripa y, sobre todo, en el muslo. La matrona me sugiere que me tumbe sobre el lado que me duele, el derecho, para ver si así el dolor disminuye. Al principio estoy un poco escéptica, ya que lo he probado antes con la otra matrona y no ha funcionado, pero finalmente decido volver a probar y esta vez funciona!! Ahora el dolor es sólo en la cadera derecha.
A las 08:45 empiezo a notar ganas de empujar (ganas de ir al baño) y la matrona, sin mirarme ni nada, me dice que si tengo ganas de empujar, que empuje. Eso hago en cada contracción, aunque aún no es el expulsivo. De hecho, la matrona entra y sale, no está conmigo todo el rato.
Las contracciones son cada un minuto y a las nueve la matrona decide volver a mirarme. Ya estoy dilatada de 10 centímetros, pero aún falta que Oliver baje 2cm para que los pujos sean efectivos.
Empiezo ya a empujar con la matrona y la puericultora controlando cada contracción. Ama y Espen están en la habitación conmigo todo el rato.
Las contracciones comienzan a separarse, habiendo cada vez más tiempo entre una y otra. La matrona llama al médico para preguntar si puede ponerme gotero de oxitocina para acelerar el ritmo de las contracciones. El médico accede y me ponen la oxitocina por la vía. Son las 09:15-09:30.
Por más que empujo y empujo en cada contracción Oliver no termina de salir y al de un ratito la matrona llama al ginecólogo, que viene con otra médica. Los médicos miran el monitor de Oliver (puslo y electro, tomado del electrodo que tiene puesto en la cabeza desde hace unas horas) y me dicen que hay que ayudarlo a salir. El ginecólogo dice que va a mirar cómo está colocado y decidir de qué forma lo sacarán. Tras comprobarlo me dice que usarán forceps. Yo le grito que no, que use ventosa o me haga una cesarea, pero forceps no. Me dice que tienen que ser forceps. Son las 09:47.
En un momento tienen todo preparado para los forceps y a mí me ponen las patas para las piernas y entre el personal me las sujetan ahí, no con agarraderas, si no con sus manos.
Espen comienza a grabar desde mi lado, tal como habíamos planeado. Sólo dura 38 segundos.
Espen deja de grabar porque se pone malísimo de ver el dolor que tengo. Se va a una esquina de la habitación y se sienta en una silla, a punto de desmayarse, blanco, gris, de todos los colores, sudando.
Ama me coje la mano mientras los médicos tratan de sacar a Oliver.
Empujo todo lo que puedo, pero Oliver sigue sin salir. Aunque el momento forceps fue sólo 5 minutos a mí me pareció una hora.
El ginecólogo presiona el forceps contra mí, para sacar a Oliver y del dolor que siento intento coger los forceps con la mano. En un segundo un montón de manos me agarran las mías para que no toque nada.
Finalmente sale la cabeza. Ama dice que es enorme. La cabeza ya está fuera, pero hay que esperar a la siguiente contracción para sacar el cuerpo.
Ya llega la siguiente contracción y por fin nace Oliver!!!!! Son las 09:55 del 21 de junio del 2011.
El personal corta el cordón umbilical, ya que lo tienen que hacer rápido y Espen aún se encuentra mal.
Gracias a Dios llora nada más salir, me lo enseñan un momento y se lo llevan a la mesa de recuperación que está en la misma habitación, a los pies de mi cama. Le aspiran un poco (porque el líquido amniótico tenía meconio), le dan un poco de oxígeno y en menos de un minuto ya lo tengo sobre mí, llorando.
Mientras la matrona me ayuda a expulsar la placenta, el ginecólogo va a donde Espen para ver cómo se encuentra. Ya está mejor y se lo agradece.
La placenta tarda unos pujos en salir y, mientras, nos sacamos las primeras fotos con ama y Espen.
Cuando ya sale la placenta, la matrona nos la enseña y el ginecólogo empieza a coserme. Usa 4 sedales; tengo 3 episiotomías o desgarros, no sé lo que son ni lo pregunto. Sí que pregunto cuántos puntos me da, pero el médico no los cuenta. Pero son muchos. MUCHOS.
Cuando ya está todo listo traen una cama de hospital a la habitación (eso sí, de las viejas) y me ayudan a pasarme, mientras limpian a Oliver.
Yo pregunto todo el rato si es guapo (aunque yo ya sé que sí) y todos me dicen que es guapísimo. Ama y Espen llaman por teléfono y mandan fotos por mensaje.
Una vez en la nueva cama y aún en la habitación del paritorio, ponen la nueva cama al otro lado de la vieja, con un biombo en medio porque, como dice la puericultora «es aparte ya la hemos dejado atrás».
Espen coge a Oliver en brazos un ratito y ama también.
Nos traen una bandeja con 3 vasos, champán sin alcohol y una bandera noruega para celebrar el nacimiento.
Me preguntan si quiero dar el pecho a Oliver y contest que sí.
Oliver se engancha al pecho al momento y sin problema y toma un buen rato.
Estamos todos tan exaustos que nos quedamos los cuatro dormidos ahí. Dormimos hora y media más o menos y luego la puericultora se lleva a Oliver a hacerle una prueba de oxígeno y Espen va con ellos. Está todo bien: saturación de oxígeno 98%.
Después de esto vuelven al paritorio y pesan y miden a Oliver, mientras ama y Espen lo graban y sacan fotos.
Tras esto la puericultora viste a Oliver junto a Espen y me lo vuelven a traer, esta vez dejándolo en su cunita.
Es la una y media y me pasan ya a una habitación de maternidad. Ama y Espen traen mis cosas a la habitación y se van a casa a descansar. Quedamos en que volverán a las 17:00, el horario de visitas.