martes, 20 de enero de 2009

El viaje de vuelta

El lunes 5 de enero salíamos de Bilbao a las 7 de la mañana (con lo que había que estar ene l aeropuerto a las 5) y se suponía que llegábamos a casa a las 9 de la noche. Sí, un palizón, pero lo que iba a ser un palizón terminó siendo un horrible palizón, un día interminable. Cuando llegamos a Frankfurt (después tocaba escala en Oslo y finalmente llegábamos a Haugesund) decidimos buscar un mc donalds, pues teníamos 5 horas de espera e íbamos en tránsito, así que no había que facturar o recoger equipaje). Total, que aún habiendo -al menos- dos mc donalds en el aeropuerto tardamos, y sin exagerar- 2 horas en encontrarlo. Cada persona nos mandaba a un sitio diferente, pasamos por mil controles y andamos lo inandable. Después de nuestra "agradable" comida en el mc donalds (30 céntimos cada bolsita de ketchup) nos diriginos hacia la puerta de embarque para saber, cuando apenas quedaba una hora para irnos, que debido al temporal no podríamos salir hasta, al menos, dos horas. Miérrrrrrrcoles, no vamos a llegar al avión de Oslo-Haugeusnd!!! (debo recordar que cuando llegas a Oslo en escala SIEMPRE hay que coger las maletas y volver a facurar, así que imposible coger el avión. Al final el avión se retrasó 4 horas (así que en vez de 5 estuvimos 9 horas vagando en Frankfurt) y llegamos a Oslo a las 9 de la noche (nuestro avión había salido hacia Haugesund a las 8 si mal no recuerdo).
Y ahí no acabó la espera, no.... nos dirigimos al puesto de atención al cliente de SAS (ya desde Frankfurt nos habían reservado dos plazas en otro avión a Haugesund al día siguiente, pero ahora necesitábamos un avión para pasar la noche). El caso es que vemos delante de nosotros una muchedumbre de gente, se ve que todo el mundo del avión hacía conexión hacia otra parte en Oslo y a Espen no se le había ocurrido otra cosa que ir al duty free, así que todo el mundo nos había adelantado y había cogido número. Ahora teníamos 30 números por delantes, con tan sólo dos mostradores y todo el mundo necesitando que les colocaran en un hotel y un nuevo vuelo para el día siguiente.
Tuvimos que esperar otra hora y media y finalmente a las 11 llegamos al hotel, cenamos gratis, pude llamar a España gratis y desayunar gratis, cogiendo un nuevo avión a las 9 de la mañana y llegamos a casa, finalmente y tras pasar por casa de los padres de Espen, a las 12 del 6 de enero.
Estábamos muertos... a dormir!

Ama y aita esperando con nosotros en el aeropierto de Bilbao:

La Paloma:
Amanecer desde las alturas:


Buen tiempo en el aeropuerto de Frankfurt:
Espen mira la nieve que nos atraparía: Caminando de alante a atrás en la busqueda del mc donalds maldito:
Por fin lo encontramos!:
Esperando y esperando a que finalmente saliera el vuelo:




Espen tras mi chupa-chups:


Por fin nos vamos de Frankfurt!!:
Esperando la cola en OSlo para que nos pusieran un hotel:


Finalemente llegamos muertos al hotel y... a cenar!:
Qué es eso Espen?? (algo de pescado):
Mi ensalada extraña:
Y finalmente el desayuno:

2 comentarios:

Somos cuatro dijo...

uff que cansador!! me da risa porque nombras ciudades que jamas he escuchado!! esta buenisimo...estas re lejos!! yo estoy en Argentina!...me encantaron las fotos.
Feliz retorno!!
un beso
Euge

nordnesjente dijo...

Es una faena...pero yo ya cuento con eso cuando viajo en Navidad. No sé cuántas veces me habrá pasado eso a mí en los últimos años, y desde aeropuertos diferentes. Lo bueno que tiene volar con SAS es que ellos siempre te consiguen una habitación en un hotel (con KLM u otras compañías no es así).
Nos "vemos" por algún lado. Un beso.